Y la tierra tembló...

El Terremoto dejó un temblor en Comitán, mi cama empezó a moverse fuerte de un lado para otro, cuando hablaba por el skype y me gritaban desde el piso de abajo: Carmen baja!! Fue muy rápido!  No acostumbran a haber temblores aquí!

Me gusta sentir viva a la tierra y me aterroriza a la vez!

              Camino a La Realidad, Selva Lacandona

También tembló mi idea del zapatismo en La Realidad, "La madre de los caracoles, mar de nuestros sueños".

Los zapatistas se organizan en caracoles, cada caracol agrupa varios municipios que a su vez agrupan varias comunidades y en La Realidad está el Caracol Madre.

Nos hicieron muchas preguntas, exactamente 6 entrevistas en un día: a que me dedico, quien soy, de donde vengo, que estoy haciendo en Chiapas, pq estoy aquí, cual es mi expectativa, pq decidí venir, que estoy buscando... como buena Ceiba cogí tierra a base de preguntarme lo mismo una y otra vez!

fachada de la "farmacia",  llena de remedios naturales

El segundo día la Junta del Buen Gobierno, admitió vernos y tras volver a entrevistarnos decidió hablar con los técnicos de enseñanza para que ellos pudieran compartir experiencias con nosotros y tras un día más de espera nos dijeron que no sería posible, así que nos tuvimos que ir.

A pesar de ello valió la pena la experiencia. La Realidad, en plena Selva Lacandona, es bien linda, un río cruza toda la comunidad que parece más limpia y organizada que otras, jugamos con los niños un poco, nos bañamos, paseamos y
pudimos compartir poco con los adultos, nos pidieron no sacar fotos ni hablar con ellos.

Solo me dejaron hacer fotos de las pinturas y las frases, estando allá sentí que podía entender más... a pesar de la rareza de la situación y de pasar por una especie de tribunal de la inquisición una y otra vez.

Lo que más me gustó: Como se toman en serio su Sueño y como lo protegen y cuidan para que sea posible. Lo que menos:  en "un mundo donde caben todos los mundos" no hubo espacio para nosotras!. Aunque a decir verdad sentí que estaba bien así.

También  me gustó que en las entrevistas bien serias podía hablar de sanar el corazón y el alma y lo anotaban con toda normalidad y entendían perfectamente de lo que estaba hablando!

Sentía que tenía enfrente ojos de niños en cuerpos de guerreros.

Sanando el  centro emocional, intelectual e instintivo,

 con teoría, eneagrama, movimiento, meditación y teatro

Hace unas semanas trabajé en el Programa

terapéutico para indígenas
"Sanando el Corazón"  (SAT Maya)

 

 Fue una linda experiencia, aunque estuve bien nerviosa los 5 días que duró y bien agradecida y emocionada al ver como les sirvió a cada uno de los participantes y como avanzaron en su autoconocimiento. Yo también aprendí mucho de mi con ellos!

Ritual maya de cierre