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| la montaña |
Y esta semana el perro de Nadine me dio una lección de lujo.
Me iluminé en la montaña de Don Lauro y no fue ni meditando ni danzando con los tambores, sino comiendo un caldo de res, al que me invitó el Don, y me ganó, como no!
Bueno, yo quería conocer a Don Lauro, chamán famoso de San Cristobal de las Casas, al que llegan a ver personas de todo México y de todo el mundo, del que todos me han hablado muy bien y le tienen gran respeto, pero siempre que planeaba ir todo salía al revés! Así que pedí que si tenía que ir fuera fácil!
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| vista de San Cristóbal de las casas desde la terraza de Nadine |
Pasé fin de año en Sancris con los voluntarios alemanes, aunque ese no era mi plan, y Nadine me ofreció su casa a cambio de pasear a su perro. Perro grande y fiero con el que pasear parece más salir a hacer un maratón con peligro de acabar apedreada pues ataca a todo hombre que considere peligroso, y no se equivoca mucho!
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| El Mirador, entrada a la montaña del Don |
Así que tras mi maratón matutino, me fui a la montaña de Don Lauro, es mejor llegar muy temprano y antes de las 8 ya estaba allá! No estaba el Don, pero me invitaron unos chicos (hay muchos que se quedan acampando en la montaña) a quedarme a la celebración con tambores de las 12h, me quedé y regresé a la de las 16h y al día siguiente a las 5 de la mañana que fue impresionante!
Tras la celebración Don Lauro me invitó a desayunar con su familia en su cabaña en lo alto de la montaña (sí me sentí la elegida, sospeché que muchos esperaban años por esa invitación y me sentí bien afortunada ...) Me llevaron de ruta por la montaña llena de lugares sagrados y riscos impresionantes desde donde la joven que me guiaba hacía gritos de pájaros a los que el Don contestaba mientras atendía la preparación del caldo!
Durante la bajada, de regreso a la palapa, donde se hacen las celebraciones, viendo a los perros de allá me di cuenta que "mi perro" estaba enloqueciendo. Baje rápido la montaña y al llegar a la esquina de casa ya oí los ladridos subí y tal como lo vi en la montaña el perro estaba enloquecido, se me tiró encima, todo estaba tirado, cagado y meado, era muy grande la desesperación, sentí miedo. Conseguí ponerle la cadena salí, corrí con él y me vi a mi misma en Barcelona! encerrada y sola, entendí mi locura y como me castigo.
No puedo ni quiero vivir en contra de mi esencia, ¿como lo haré?, no se bien, supongo que momento a momento... Pero sí lo entendí, ya no puedo ni quiero permitirme ni un pedacito de inautenticidad!
No puedo ni quiero vivir en contra de mi esencia, ¿como lo haré?, no se bien, supongo que momento a momento... Pero sí lo entendí, ya no puedo ni quiero permitirme ni un pedacito de inautenticidad!
Luego limpié y bebí tekila con Luis (amigo de Nadine) que me ayudó a calmar y pasear al perro.
Tan-Tan
